Según el programa, a esta segunda lengua se le dedicará dos horas a la semana, repartidas en periodos de 30 minutos, tiempo que se restará del dedicado a las restantes áreas curriculares, según el criterio del centro y respetando, en todo caso, el horario escolar establecido con carácter básico para las enseñanzas mínimas.

Las clases se impartirán por docentes del propio centro, especialistas en el idioma a impartir. Los maestros que enseñen este segundo idioma lo harán con carácter voluntario y recibirán por ello tres créditos de formación por cada año de permanencia en el proyecto.