El viernes 22 de marzo tuvimos una visita muy especial en el Emerita Augusta. Pablo Varela y Rafa Martín, responsable principal y voluntario de la ONG MALEMBE respectivamente, estuvieron compartiendo con profesores y alumnos del instituto, sus experiencias y vivencias del día a día con los niños del orfanato KIMBONDO de la RD del Congo. (Álbum de fotos)

Como ya todos sabréis, este curso 2018 /19, un grupo de profesores con la ayuda de compañeros y alumnos del centro estamos colaborando con esta ONG a través de la puesta en marcha de un PROYECTO SOLIDARIO, organizando diferentes actividades con un doble objetivo: ayudar directamente a los niños del orfanato para que puedan ir al colegio y concienciar a nuestro alumnado y a toda la comunidad educativa de que es posible AYUDAR a través de pequeñas acciones.

 

Fue una mañana muy intensa y emocionante. Pasaron por la sala de usos múltiples casi todo el alumnado de la Eso y Bachillerato y muchos profesores. Creo, sin temor a equivocarme que todos coincidimos en lo que algunos compañeros comentaban después de la charla: “Ha sido un auténtico placer estar con ellos y escucharles“  “Me ha gustado mucho, estoy segura de que su discurso ha calado en las conciencias“. “Creo que el objetivo se ha cumplido con creces, remover un poquito la conciencia de cada uno. Ha sido genial“.

 

Los alumnos también salían entre asombrados y conmovidos por lo que escucharon de Rafa, un joven voluntario de Malembe que lleva casi dos años viviendo en el orfanato y que en junio volverá con esos niños de Kimbondo que lo han “enganchado“. Sus palabras sonaban a convicción profunda de saber lo que hace y quiere hacer y a mucho, pero mucho cariño. 

Me llamo la atención, el silencio y respeto con que los alumnos se comportaron, se notaba que allí no se hablaba de cualquier cosa, se habló de personas, con nombres y apellidos, de niños y jóvenes como los jóvenes que escuchaban que por circunstancias de la vida tienen una realidad difícil, muy difícil. A esos niños y jóvenes de Kimbondo, nuestros jóvenes están ayudando y quieren seguir ayudando.

Para seguir leyendo, puslar en el icono de abajo  >Leer más...

Pablo y Rafa vinieron expresamente desde Galicia para conocer a nuestros alumnos y a los profesores involucrados en el proyecto y a los que no lo están tanto pero que sí están apoyando de una u otra manera todo lo que intentamos hacer, al facilitar y colaborar con pequeñas acciones para que las actividades solidarias salgan adelante, animando al alumnado, mostrando disponibilidad y expresando gestos de apoyo que sinceramente se agradecen de corazón, y no por nosotros (los profesores del proyecto) que al fin y al cabo somos meros mediadores que hacemos lo que podemos, sino por los niños del orfanato KImbondo, a los que realmente queremos ayudar para que vayan al colegio y reciban una buena educación, y por nuestros propios alumnos a los que a través de este proyecto, intentamos educar en una cultura de la solidaridad hecha vida,hecha carne, en la vida real y concreta de estos voluntarios, y a la que Pablo y Rafa nos han acercado a esos niños y nos han demostrado que es posible que cada uno con pequeñas acciones cambie la vida de otras personas menos afortunadas que nosotros.

Pablo y Rafa quisieron darnos las gracias personalmente por la solidaridad demostrada desde nuestro instituto e hicieron entrega al director del centro de un regalo para que quede como recuerdo en el Emerita Augusta, de estos lazos de hermanamiento que han surgido entre el Emerita y Kimbondo y que ojalá duren en el tiempo. Sinceramente pienso que somos nosotros los que deberíamos estar agradecidos, primero por la labor que hacen en el orfanato y segundo por permitirnos colaborarcon ellos. Para nosotros el proyecto solidario y todo lo que ha ido surgiendo en torno al proyecto, está siendo una lección de vida, salimos ganando nosotros sin duda porque conocer gente tan comprometida y generosa nos hace ser mejores a nosotros mismos y nos hace no perder la esperanza y las ganas de seguir luchando por conseguir un mundo mejor para todos, pero especialmente para los más desfavorecidos. Estoy segura de que todas las personas que de una manera u otra luchamos para la consecución de esos logros, aunque aparentemente no sean significativos, contribuyen a cambiar y mejorar y mucho la vida de las personas. Si nuestros alumnos han sido capaces de captar este mensaje y se deciden a llevarlo a la práctica con pequeñas acciones, serán capaces de ser protagonistas del cambio social mundial que persiguen estos jóvenes de MALEMBE.

Este es el motivo y motor de nuestro proyecto solidario, ayudar a otros y ayudarnos a nosotros para seguir ayudando. No es un juego de palabras es lo que, desde mi punto de vista, da sentido pleno a la vida del ser humano y estos chicosde Malembe nos lo han dejado muy, muy claro. Gracias a Pablo, a Rafa y a todos los voluntarios de cualquier lugar del mundo, acada persona que con una pequeña acción contribuye a mejorar la vida de otros.

Mercedes Mata Cid, Dpto. de Religión